1954 - 2018
Anthony Montague Fage Lobar, mejor conocido como “Tony”, fue un artista y fundidor canadiense que vivió gran parte de su vida en Costa Rica. Nació un 1 de mayo de 1954 en Saint Catharines, Ontario, para luego trasladarse a Montreal junto a sus padres Franklin Fage y Rita Lobar y sus hermanos Gregory y Geoffrey.
Desde pequeño evidenció una gran pasión por el arte, la cual desarrolló curiosamente desde muy temprana edad visitando museos, así como experimentando y tallando pequeñas piezas de madera. Estudió arte en Canadá en Nova Scotia Art School en los años 70 y realizó viajes a varios países para conocer sobre diferentes culturas y sus técnicas de escultura en diferentes materiales. Le llamaba poderosamente la atención la talla en madera y piedra, así como la fundición de metales.
En los años 80, llegó a Costa Rica para trabajar por un tiempo en una empresa de inversiones junto con su padre Frank y su hermano Gregory, quienes se habían establecido en Costa Rica algunos años atrás y buscando irónicamente distanciarse del arte, desmotivado en parte por algunas experiencias previas. Posteriormente fallece su hermano Gregory de forma inesperada y esto marca poderosamente la vida de “Tony”, quien en ese momento toma la decisión de retomar su sueño artístico y no continuar más con la empresa. Esta fuerte decisión se reafirmaría posteriormente, motivada por un país del cual terminó enamorándose y del cual no se iría más, donde encontró la inspiración y motivación que necesitaba para retomar su sueño y hacerlo realidad con la fundación de Casa Fage, lo cual inicia en 1990 en conjunto y con el apoyo incondicional de su esposa, Anabelle Hay López.
Su trayectoria fue extensa y cargada de esfuerzo. Incluyó exposiciones, simposios y bienales en Costa Rica, Cuba, Canadá, Colombia y México así como la creación de diferentes obras monumentales que hoy día forman parte de la historia y cultura costarricense. Todo esto lo llevó además a trabajar con gran cantidad de artistas nacionales e internacionales, a quienes ayudó a materializar y hacer realidad sus obras en bronce.
“Tony” siempre se caracterizó por mantener un perfil bajo y nunca tuvo intención de figurar, lo cual lo mantuvo distanciado de exposiciones, dedicando sus últimos años a su arte de una forma muy personal, creando diferentes e impresionantes obras abstractas en materiales como madera, acero inoxidable, piedra y bronce.
Falleció un 8 de febrero del 2018 en Costa Rica, dejando un legado invaluable que continúa vivo en manos de su esposa e hijos, así como en todas las obras que pasaron por sus manos, tanto propias como de artistas que ayudó y vio crecer.
